jueves, 2 de enero de 2020

De repente me convertí en ella.
Levantándome para lavar platos.
La esclavitud silenciosa. Culposa. Amorosa.
Pero esclavitud al fin.

Vuelvo con mis tópicos. Escribo para no olvidar.
Para encapsular si es posible por medio del lenguaje el sentimiento.

Este año se deshizo mi voz. No es la misma. No la reconozco,
Asumo que esta llena de batallas, de charlas, de humos, de calles, de nervios, de alegría. Y de profundo dolor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario