Sigo buscando
los matices
que nos saquen de la grieta eterna
Recorro
cuerpos
Acá, sólo palabras.
Construyo la forma
como antes lo hice
me cuelgo en los ojos
abriendo pantallas.
Antes que cuerpos,
ideas.
Respiran mis dedos,
descansan,
en el polvo de la tecla,
al caer.
La nube
nos navega.
el humo de vapor
nos alcanza.
Camino las historias
me recuesto en los detalles
digito entre la boca y vos.
Mido la distancia de tu mano
al diámetro de tu dedo,
lo duplico en mí.
Me pierdo entre los puntos
de tu pausa
y la cicatriz.
Marco en mi mente
el intersticio de tu vertebra
hasta el cuello
como el evento de la más obsesiva repetición.
mi lengua mental,
juega en la superficie,
entre la pelusa que produce fricción
y la música que suena
arma el cuerpo
que rueda
en una noche
muy
larga.
Las paredes se agitan,
como un galope cansado,
A cada paso
su respiración
asciende un grado
Le da ritmo a este fuego.
Acá sólo un campo de batalla,
miles de cuerpos diminutos,
se pegotean hasta convertirse en una masa amorfa
Que ya no es posible fragmentar.
Caen de un lado a otro
Sin que nadie los vuelva a levantar.
El sol entra por la ventana,
recorre mi cuerpo, que se adhiere a los demás.
Levanto mi cuello para respirar,
el verde, acotado a un elemento de cristal
hace fuerza para llegar a mi.
La música acompaña,
En cada nota que cae,
Agita su llama.
Regulo el ingreso de aire,
Hoy solo soy un cajón de elementos perdidos
Un ardor de árbol caído.
El piso recuerda su origen,
y combustiona todo incluso a mi.
Sólo tenemos nuestros cuerpos
Para hacerle frente a este delirio.
Cuando la pérdida son los minutos de existencia,
el hambre y la precariedad.
Anestesio cada día mi cabeza para no sentir.
Me siento culpable de mis preocupaciones burguesas,
de mis temores absurdos.
Me pierdo en la frontera
De un cuerpo que no es cuerpo,
De un tiempo que no es tiempo,
Combatimos a la humanidad desde pantallas,
Agotamos nuestro cerebro,
Navegamos sin forma,
Olvidamos el fin.
FANTASMAS
He visto escurrirse,
Y esfumarse con el sol.
He escuchado
El quiebre de sus huesos al caer.
He sentido en mis manos
Como se desintegraba su musculatura.
He visto irse
Como huyen todos
Con lo poco que les queda
Expatriados de mí.
Y yo, testigo de la crueldad
Con la que me formaron.
Hoy disfruto de la agonía
Hoy transformo mi rabia
Para verlos morir,
traspasados por palabras.
El refresco verde de cada mañana.
El retumbe de mis neuronas despertando.
El calor de las mañanas frescas de domingo.Por una lengua que arda.
Cómo explicar con palabras de este mundo (...)
Alejandra Pizarnik (1962).
Cómo se dice lo que no tiene palabras?
Si el lenguaje no alcanza,
es necesario crear otro
que sea traspasado por el cuerpo.
Ya no podemos decirnos,
con los gestos gastados de sus bocas.
No entramos en los moldes,
ni en los recortes de la visión impuesta.
Necesitamos reformar la mirada
con la que organizamos el mundo
La palabra traVada,
la palabra
cor
ta
da
fragmentada,
RE- COR- TA- DA
des- compuesta
des- virgada
des- medida
des- membrada
dec- i - di- da
Nosotras fuera de los ojos,
nosotras fuera de los cuerpos
nosotras fuera de los tiempos y los presupuestos.
Nosotras con la potencia de la conversación.
Nosotras las despojadas del mundo,
encadenadas a un cuerpo extraño.
Lo refundamos
con lo que queda oculto,
con los despojos, de un mundo roto por la violencia de sus actos.
Nosotras en el silencio
de la red
que teje.
En la amorosidad de un gesto.
Nosotras cansadas del silencio
asaltamos la lengua
la infectamos de rabia
la corrompemos por dentro
la incrustamos en la carne herida de años
nosotras ponemos el cuerpo
lo TRANsformamos a nuestro antojo.
Como lo único que nos queda.
Ocupamos espacio.
Nosotras que caminamos en TU lengua extraña
nos apropiamos de ella
y la hacemos arder.
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Y
....
Qué van a hacer sin su lengua?
sin la boca que imaginaron en mí.
Cómo van a pensar cuanto todo esté en llamas?
Cómo van a pensar
cuando su lengua arda?
quizá sólo así,
ordenemos en un caos incesante,
un mundo que nos piense.
Hace falta
5 mandamientos
Nadie acá adentro,
chicas con discreción,
la verdad no sé,
Mirá como vive esta gente?
sirena
Hace falta
Un asco
Bueno, bueno, bueno.
Nadie acá adentro.
No se puede creer
Un asco
Tu abuelo era todo un hombre.
Teléfono….
Tengo una propuesta para hacerte.
Te puedo echar a las patadas de acá
La verdad no sé.
Hace falta?
no, en serio, no, no, no,
todo bien
Es un asco
eso no se hace hijo.
Esto
es lo más importante
Me
olvidé de comprar velas
Mirá!
IMPRESIONANTE
un asco.
*******
Ruido de ambulancia.
Pensar en café…
abro ojos para ver sol.
Quiero despertar,
abrir ventanas doradas.
Pensar en abrir
Para despertar
Y Caer …
Quiero café.
Para despertar…
para despertar diferente
para despertar.
Quiero café.
Para ir
para ver
para abrir flores y ojos
para pensar en utopías,
para todos
ventanas doradas.
Ojos floridos, diferentes.
Quiero ver
Pensar
Abrir
(Y)
Caer
En mí.
El torbellino
de silencio,
la rigurosidad de la ausencia
no hay mediaciones
en este desdoblamiento continuo.
Me desdoblo,
porque la única forma vivible,
es por despojos,
y en silencio.
La superficie
es sólo una parte en la interioridad de otra
capas que no se desintegran,
al tocarte.
Por eso camino.
Me camuflo,
en dinámicas
que no comprendo,
me dejo llevar,
y me retraigo al final.
No tengo fotos con vos
pero tengo tu cara,
y a veces
también,
tus miedos.
Las mañas,
las tonalidades
que nos forman
transcienden
el río de voces
de sangre.
Los gestos
se nos repiten
aunque lo que los llene, sea
diferente.
Las grafías, en el papel
caen,
similar,
con pequeños, toques disruptivos.
Algo en mí
se ordena parecido.
La resonancia de mi voz
te recuerda
en las cuerdas
que heredé
Nos conmueven las mismas cosas,
y quizá,
también
caigan
sobre nosotras
lágrimas parecidas.
Mi confusión amarga y cansada
Mi confusión grande
Mi confusión vaporosa
Es como el día que no se distingue la hora
Como el recuerdo encerrado en una jaula antigua
Como la mirada de un niño pidiendo pan
Como las plantas y su descomposición
Como mi voz rebotando en las cavernas de la noche
Mi confusión a veces transparente
A veces neblinosa
A veces desesperante
A veces adrenalínica
A veces preocupante
pero siempre compleja
y opresiva.
Un disco se dedica una canción
en la radio
la nostalgia no lo suelta
existe pero olvidado,
se olvida.
Un disco
pasado de frío
se cocina una sopa
para evadir que en la cueva
hasta las canciones se congelan.
La nostalgia de la infancia
de otros
porque el como disco nació viejo
Los sabores de la abuela
De lo antiguo, los olores del ambiente
hacen a la escena
que sabe, necesita
para salir a sonar.
No sé como se sublima la muerte.
y como no sé
hago lo que puedo cuando duele.
Escribo.
Porque tu voz es potencia,
pienso,
Pienso que las voces
se escurren en los recuerdos.
Que loco es pensar el siglo
y él tenía 90.
Porque tu voz suena
resuena
me enseña
y pronto desaparece.
Cómo extrañar esa corporalidad
cómo extrañar un olor que no tuviste
un calor que no estuvo
y que no conoces.
El final es
saber que
la ausencia, y las preguntas
también duelen.
Luchamos en nuestra cabeza
Nos encontramos en ella
nos desdoblamos
nos hablamos en la soledad de un atardecer llegando
Preparo el mate,
un libro
necesito cabalgar el pensamiento
y que me saque de acá
Siempre he necesitado vivir la vida de otros
porque la mía apropiada es insoportable
la sensibilidad de la música intensa
la luz diluída
las gotas que no se deciden y se postergan de a poco.
Cuando comprimo la historia
se me va la voz
cuando la encuentro
rápidamente se me escurre.
Se me entumecen las manos
negándome a escribir.
El mundo se viene a abajo
y nosotros arriba
intentando decir algo para surfearlo
para atraparlo
El mundo se viene a abajo
y nosotros arriba
cayéndonos con él.
Un vaso de aluminio es la variable de mi tiempo
el azul se cuela por los espacios
de la casa que nos quedó
el mismo que llevaba a la escuela.
Ese mismo que en sus 200cc
carga múltiples historias
en su reflejo me revela la película
de sus rostros,
cuando eran como yo.
Puedo mirarlo
y verlos
con ojos grandes
esperar para saber
que tenía la merienda para festejar.
La infancia se nos repite como un elemento
perdido.
Un chal con olor a humedad de inviernos pasados
que en la profundidad conserva la estela del perfume
de una abuela que ya no está.
Y su fragancia ancla otro instante
que se estaba por escapar.
La memoria se nos esconde en los objetos
insignificantes, en recipientes que llenamos
de polvo, y de aromas.
Para cuando sólo queden los objetos,
los rostros se desintegren
y cuando el lento curso de la historia
los haya borrado del todo.
Ella y yo siempre juntas,
A mí me gustan sus matices,
a ella le divierte que juguemos.
La tapo con colores,
la adorno con imágenes,
la alejo, para entrar
en mí
A veces, la oculto
para olvidar mis formas.
Y otras como con una mano suave
levanta mi mirada
para mostrarme
Mi sombra.
Sabe que no puedo con la nitidez
Acepta, que necesite dosificarla.
Acepta que la baje,
Que la suba,
Que me apropie de su intensidad para no lastimarme.
Desde que nací
Tenemos una relación de complicidad
Siempre llevándola en pequeños espacios
Me siento a mirarla
Haciéndola arder,
con papeles y fósforos
para verla crecer.
Mi espejo tolerable,
y la música deseada.