domingo, 25 de mayo de 2014

25 de mayo

Se de los surcos que nos han atravesado
De las cicatrices que se han cerrado, pero que están allí para recordarlo
De la mezcla fluyendo por mis venas
De nuestras pieles tan distintas jugando con el sol
De los que niegan de donde vienen y no saben a donde van.... 
Siempre lo plural me gustó más.

La carne historizada

Me gustan los cuerpos con historia ,los ojos rellenos de recuerdos,de olvidos
y si hay cicatrices mejor. No aquellas que endurecen el rostro, no hablo de masculinidades de ese tipo. Hablo de cosas, historia, sedimentos. Estamos hechos de historia, ya se lo decía yo  a no se quien. Quizá por eso A al cuadrado me llamaron la atención.
Creo que tus ojos enroquecidos mirandome tienen historia, ese silencio que dispones... del que te haces cargo. Que te perturba.

A vos te molesta la ausencia de voz, y a mi me molesta la ausencia de tu persona, de tu historia. Tus marcas no son visibles. No tenes una cicatriz que te atraviese la espalda,ni una que marque tu pierna, ni otra que marque la infancia. O no sé.... quizá marque tu ego.

Me gustan los ojos, las manos, los cuerpos las carnes....Las carnes están para ser marcadas le decían a René. Quizá pero no literalmente, acá nadie habla de mutilarse, ni dejarse lastimar. Se trata de vivir, de experimentar...estamos hechos de sedimentos,  siempre la constitución de algo, es una elección una marca de silencio, una sombra sobre la espalda.

Hay en el rojo de tus ojos, más que un cansancio hay un misterio que aun persisto en leer

jueves, 1 de mayo de 2014

Dominacion-poder-PLacer

Se escucha Chopin.
El peso de mis clavículas es cada vez peor. Nunca lo sentí, ni siquiera me había dado cuenta.  Era eso.
Tu ojo, tu dedo, estaba presionando.  Te habías quedado, habías anidado, te incrustaste como espina.

Te moviste por mi traquea, tu dedo enflaquecido caminaba por ella ahogando mis palabras. Cada tecla que resuena, ese dedo ajeno que cae con fuerza y emite sonido. Es tu fuerza, son tus ojos enrojecidos buscándome. Y me das miedo, rompo en llantos. Pero no lo ves. Me quedo sentada esperando la resolución de la contradicción, la muerte de tu psicosis. Que no llegará, simplemente la alimento.

Me acelero, y la escala de agudos parece lastimarme, me agota, corren mis manos por la violencia que ejerces en mi cráneo. Vos no habitas en mi cerebro, te gusta lo duro, lo oseo, lo quebradizo, lo agrietante. Eso sos una grieta, una ruptura de la que haces tu mar.

Dominación. Poder. Placer.

Poder- Dominación-Placer

Placer/ Dominación/ Poder

El placer de ejercer dominación y poder sobre mí. El intervalo te complejiza, el silencio solo te acelera.  Puedo mirarte, olvidando lo nefasto que sos, puedo recorrer tus ojos enroquecidos y besarlos, y abrazarte. Para darme cuenta que sos un artefacto, una construcción, un espectaculo armado frente a mi.

Te tengo miedo, si. Pero no más de lo que vos me tenes a mí.


No puedo tener las manos secas. Necesito humedecerlas, la grietas me ponen nerviosa, la erosión del aire me incomoda y no puedo pensar. No me gustan los surcos que se hacen. Siento que al llenarlas de algo, se borran, si no las miro se van.
Como todo aquello que al no sentirlo, imaginamos que se fue. Pero no, solo lo cubrimos, lo humedecimos un poco, mitigamos su existencia. 
Las manos se crearon para estar llenas. No es una locura mía. Bueno quizá un poco.

No olvida. Mi cabeza le repite "no sostengas lo que se quiere caer" y ella ignora. Olvida la sequedad, la distancia, la frialdad, el rechazo, los golpes, los cortes. Lo olvida y prefiere recordar la humedad de sentirse contenida, sujeta.
Sabe que ya no tiene fuerzas, que la gravedad puede más. Prefiere inclinarse sobre la tierra y tomarlo mas fuerte. Siente el frio, el viento, pero solo se concentra en una cosa...olvidar los surcos. Que ya no son surcos, son rios que buscan su mar.