jueves, 2 de noviembre de 2017

Despertar

Ayer se cumplieron 3 meses de lo de Santi. Fui a la marcha. Yo y muchos más que no conocía. La lucha de Santiago y todo produjo un despertar y una polarización, Nos encontramos nuevamente poblando la calle. Definiendo.
Y es distinto despertar de manera colectiva. No somos 5.  Y aún si fuera así,  algunos no pensamos cambiar de lugar. Hay un nivel de intransigencia,  hay una voz colectiva que dice: hasta acá con la aplanadora, y si seguís encaprichado,   no será fácil. Son tiempos en que nuevamente da miedo, miedo decir lo que uno piensa, publicarlo.
    Pero ciertas luchas, son un zarandeo a la razón, a la sensibilidad. Tarde o temprano te toca, te interpela. O algunos al menos, pero somos más, porque los pobres son más, las minorías unidas, con refuerzos, no es tann minoría.
La marcha es un acto, un decir, poner un  límite que se marca en los cuerpos. Es inevitable quieran o no que ciertas causas se hagan estandartes. Si queres borrarlo allá a vos, pero no se puede. Y en el silencio, poblando la ciudad  con su cara, la reiteración  será artante, sofocante. La misma sofocación que siento en Sergio cuando habla, y los sentimientos desbordan la razón y las palabras.
Hay un momento en que el golpe del frío se acerca. Lo ves venir, y no podes simplemente ignorarlo mucho tiempo, porque te traspasa, entumede tus miembros y tus huesos. La ropa se desgasta por el uso y se rompe. Cuidar lo que uno tiene, la desnudez toma otro significante, y otro dolor.
No puedo ignorar, me interpela. Por muchas razones. Santi tenía casi mi edad, y con pelotas que no todos tenemos defendía una causa, tan fundacional en nuestra construcción.  Se descubre así,  nuestra ignorancia  renegar quienes somos y el avance, avance que se da hace mucho tiempo.

Fuiste el significante de la desnudez, nos desnudo como Argentinos, como hermanos. Es imposible que ciertas personas, y causas no te peguen una piña y te lleve a reaccionar. A decir, a hablar, a no ocultarte más. Yo me considero en un colectivo, entiendo que el adormecimiento es atroz.  Y que eso hace que fuera complejo desentrañarlo, desactivarlo. Será cuestión de reflexión, de pensar pero activos con la resistencia necesaria. Con la voz moderada pero firme. Hasta acá. Sin violencia... porque la violencia no se combate con más violencia. Los echamos, entendes? No queremos el golpe, no queremos que nuestros chicos se enfrenten, provocados por su odio. Queremos democracia, queremos paz, igualdad y sobre todo. Justicia.