jueves, 27 de agosto de 2020

 No sé como se sublima la muerte.

y como no sé 

hago lo que puedo cuando duele.

Escribo.


Porque tu voz es potencia, 

pienso,

Pienso que las voces

se escurren en los recuerdos.


Que  loco es pensar el siglo

y él tenía 90.

 


Porque tu voz suena

resuena

me enseña

y pronto desaparece.


Cómo extrañar esa corporalidad

cómo extrañar un olor que no tuviste

un calor que no estuvo

y que no conoces.


El final es      

      saber que 

la ausencia, y las preguntas

también duelen. 

martes, 25 de agosto de 2020

  Luchamos en nuestra cabeza

  Nos encontramos en ella

  nos desdoblamos

  nos hablamos en la soledad de un  atardecer llegando


 Preparo el mate, 

 un libro

 necesito cabalgar el pensamiento

 y que me saque de acá


 Siempre he necesitado vivir la vida de otros

 porque la mía apropiada es insoportable

 la sensibilidad de la música intensa

 la luz diluída

 las gotas que no se deciden y se postergan de a poco.


Cuando comprimo la historia

se me va la voz

cuando la encuentro

rápidamente se me escurre.

Se me entumecen las manos

negándome  a escribir. 


 El mundo se viene a abajo

 y nosotros arriba

 intentando decir algo para surfearlo

 para atraparlo

 El mundo se viene a abajo

 y nosotros arriba

 cayéndonos con él.


viernes, 21 de agosto de 2020

 Un vaso de aluminio es la variable de mi tiempo

el azul se cuela por los espacios 

de la casa que nos quedó

el mismo  que llevaba a la escuela. 

Ese mismo que en sus 200cc

carga múltiples  historias

       en su reflejo me revela la película 

de sus rostros, 

cuando eran como yo. 

 

Puedo mirarlo

y verlos 

con ojos grandes 

esperar para saber 

que tenía la merienda para festejar.

La infancia  se nos repite como un elemento

perdido.

Un chal con olor a humedad de inviernos pasados

que en la profundidad  conserva la estela  del perfume  

de una  abuela que ya no está.

Y su fragancia  ancla otro instante 

que se estaba por escapar.

La memoria se nos esconde  en los objetos

insignificantes, en recipientes que llenamos

de polvo, y de aromas.

Para cuando sólo queden los objetos,

los rostros se desintegren

y cuando el lento curso de la historia 

los haya borrado del todo.


 

Ella y yo siempre juntas,

A mí me gustan sus matices,

a ella le divierte que juguemos.

 

La tapo con colores,

la adorno con imágenes,

 la alejo, para entrar en mí

A veces, la oculto

para olvidar mis formas.

Y otras como con una mano suave

levanta  mi mirada

para  mostrarme

Mi sombra.

Sabe que no puedo con la nitidez

Acepta, que necesite dosificarla.

Acepta que la baje,

Que la suba,

Que me apropie de su intensidad para no lastimarme.

 

Desde que nací

Tenemos una relación de complicidad

Siempre llevándola en pequeños espacios

Me siento a mirarla

Haciéndola  arder,

 con papeles y fósforos

para verla crecer.

Mi  espejo tolerable,

 y la música deseada.