Pensé que buscaba que me quieran, pensé en llamarme en otro cuerpo, en destruirte en mis membranas. Pero no es posible.
Sos la imagen de lo otro, y conocido a la vez . Eso que me capturó y de lo que sigo huyendo.
Pero quizá más complejo, sos el Hermes sexualizado. Cuando hablas ,lo haces en otro orden…Te haces claro y difuso jugas con eso. Quizá sos el avance, el intervalo entre A y T te complejizó. Te sujetan intrigas, sos tan oscuro. Siempre entre lluvias, neblinas, sombras . La huella del desquite, el acto del desnudo, y el ocultamiento. Como si mis ojos ejercieran peso sobre tu cuerpo y te molesta.
Y si reacciono que? ¿Que puede pasarte, que puede atravesarte, que puede sujetarte?
Límites? Que limites? Los que cruzamos todo el tiempo? Hablamos de tiempos, de convenciones, de muerte, muerte al otro, a lo establecido, a la mística del amor. Sabes que no se piensa cuando estoy ahí. Estoy parada , deseándote, pero no solo se trata de tensiones, de tu cara insinuadora, de tu piel límpida. Se trata de ese hueco, entre el pensamiento que no dice nada pero que te compone, se trata de tragarme tus palabras, línea línea, grafema a grafema, morfema a morfema. Nutrirme de tu sonoridad. Quiero que me resuene las vibraciones de tu pecho , ese silencio que dejas, que habitas de jazz, y termina por quitarme la paz