Reflexiones de un día agitado.
Si hoy es necesario levantar
una bandera con el fin de simplificarnos la defensa primaria, bien vale. De eso se trata, luego, así como
nuestras células van mutando iremos siendo erosionados por la historia. Ya no
importan los nombres aunque no son más que una ayuda memoria para volver al
punto cero de la cuestión. Somos uno, una especie, un cuerpo sobre el espacio
atravesando el tiempo con diferentes mascaras. La sucesión del tiempo, nos
multiplica como seres que sin quererlo a caso, se propagaban hacia una repetición. Y si no somos más que la repetición de un
acto reproductivo, como posibilidad de la animalidad a la que referimos, será
cuestión de eso: construirnos como un colectivo en el cual apoyarnos y
continuar la especie.