miércoles, 26 de octubre de 2016

Entre la calle soler, y el sur

Ella ha venido a ser la fuente
emergió del inconsciente en el momento de locura

La forma del placer,  curvas sinuosas 
ego raspante, la desmesura sin límite

Libertad, se escribe con V...
 nadie lo sabía, se escribía a oscuras
entre bajas luces 
en antros corrosivos. Con manos sucias.

Manos inquietas, veloces, 
bocas sedientas, alientos lejanos
el arrojo de su cuerpo en silencio
marca las pieles.

Tiene un nombre que es el mío
pero no lo sabía
quizá Rodolfo, supo quien era, y quien buscaba ser.

Libertad se escribe en el silencio,
en que la piel se degrada, se degrada en el nombre
para volver a nacer.

Eran las hojas veloces,
remolineando los vientos
nadie sabía de donde venia...

Pero yo si,
en ese patio de la calle soler,
lo ví.
Y supe que eras vos, complotado con Rodolfo
que en silencio, minuciosamente la creaban
y la enfriaban.


Era el sur,
y ahora se porque me llama.
Susurra mi nombre en silencio,
en las olas
en las letras,
y armonías.

Era Vera, era yo pero no lo sabías.
Y yo tampoco.
Solo la locura me llevo ahí.
A ese patio, detras del patio.

Ese traspatio de la calle soler,
entre ella, entre Vera y yo.








jueves, 29 de septiembre de 2016

La huella del deseo

Al final todo se trata del cuerpo y el deseo.
Es el signo que atraviesa y demora la razón en el silencio. 

Entendí el problema de mi vida y la escritura.  Me  construí un lector,  a quien va dirigido lo que escribo. Como si el enigma pudiera ser sólo descubierto en vos, por vos.   Exhibirlo sería como dejar al descubierto quien soy.  El dilema ha venido a ser la indiferencia.  
Yo que busque construirte en lo múltiple. Sos el aleph corpóreo, construido en mis letras.
Somos en tanto nos vamos construyendo.  Yo me construí en la posibilidad de tu lectura en mí.  
Quien soy…?    Un personaje que me creé. Una joven de 26 años, que trabaja todo el día para pagar el precio de su libertad. Que desea vivir de lo que piensa y de enseñar a pensar si es que eso se puede. Soy una adulta que paga sus servicios, va a comprar al supermercado, cocina, lava. 
Pero  la niña que aun esconde sus pequeños borradores del mundo, como quien  oculta  sus dibujos que le parecen garabatos, y teme la violencia de la calificación ajena.  Quien silencia su voz por no considerarla  apropiada, o  deseada. Teje sus locuras en silencio como quien se encierra para jugar con muñecas. 
Eso son las letras, las coloco, las saco, las pongo. Las deformo sin decir nada, o diciéndolo todo. . Somos el relato de lo pensado y descripto. No soy esa, pero tampoco soy esta.  La realidad es indescifrable, lo único registrable, cuantificable  son los modos de repetición en los cuales la vida se nos reproduce en imágenes. Somos el fantasma del recuerdo en la huella del deseo. 





sábado, 20 de agosto de 2016

Es difícil hablar de uno, la primera persona es compleja. Porque es la construcción de un fragmento de lo que llamo yo, pero bajo mi propio efecto y manipulación.  Es que construyo e imagino lo que fue porque no lo recuerdo tan sencillamente. Lo reescribo en mi memoria y borro mil partes que ignoro su importancia en el transcurso del tiempo. Es que la que soy no fui, solo un acto mismo del escenario actuado como vida.
Me gusta actuar, ser otra desafiarme, armar quien me gustaría ser e ir reescribiendo con los diferentes personajes, pruebo diferentes vidas para saber cual elegir. Aunque cada vez se torna más complejo y no se quien soy realmente, padezco de incoherencia y se me mezclan las  vidas, me confunden y desvarío.
Es que olvido quien soy con cada quien. La multiplicidad se adueño de mi, no se si podré desdoblarme y elegir un solo ser, viviente.




domingo, 13 de marzo de 2016

El acueducto del cosmopolitismo latinoamericano.


Saben quien es, como son, pero prefiere callarlo.
Los cuerpos se distancian,  sus rasgos se asemejan.
Los pelos crispados,
pieles que aunque pálidas
se saben morenas.

Las marcas del sol,
pecas inquietas,
las manos ajetreadas por el trabajo diario,
aunque los nombres varíen los unifica una tierra,  una infancia.

Podría pensarse que son una pequeña isla,
orilleros como le gustaba decir a J.
Con un mismo idioma pero haciéndolo sonar distinto.

Los cubanos  construyen los mejores gustos.
 Los buscan opacos, densos, aromas intensos.
 Rítmicos, como sus pulsos impregnados.

¿Quién pueda leer lo que dicen callando?
 ¿Extrañaran?
 La utopía de iguales, el lazo de las manos y las fuerzas.

No los cruza el mar, y lo saben.
Sólo el agua de vez en cuando los inunda.
Cruzan sus calles y ellos de temprano parecen sonreirle al sol.

 Aunque distante los sigue mirando como antes.

Estarán a gusto?
A veces los miro, les sonrío y quisiera parecerme.
Es que ya lo he dicho, mis rasgos se confunden,
 se confunden y se olvidan.

olvidar es el peor pecado.  

Los otros, con su silbido pequeño
en cada partícula al pronunciar,
pasan por desapercibidos.

 La diferencia al parecer no es tan notoria,
 pero el peso de la historia cae también sobre ellos,
y a veces lamentablemente el desprecio.
Fuerzan sus manos,
arrugan sus ojos, hablan cantando,
una tonalidad alta, con potencia elevada.
Como ellos los otros, aunque en silencio,
 al hablar añoran el espacio, el lugar.

 Y nosotros lo anidamos ignorando su fuerza.

Fuimos lo múltiple, somos lo múltiple, se mezclaron nuestras sangres.
 En ella radica el indio, el mestizo.
 El que peleo en la guerra, el que defendió su tierra.

¿Quién dice donde empiezan y terminan las fronteras?
 Latinoamerica es orillas,
 es cruces,
 es el cruce de San Blas  y  Bolivia.


martes, 23 de febrero de 2016

Antes escribir era fácil. Escribía para alguien.

Un alguien que a lo lejos, aunque distante... leía.  A lo lejos me conocía de a poco, de inicios.       Nadie quiso conocer mi carne sin piel.
Sólo vos conocías mis contradicciones, mis multiplicidades.
Aunque torpemente supiste leerme.

Nuevamente soy contradictoria. No quiero que me toques, no quiero  que me veas.
 Sólo busco tu lectura, tu interpretación.

Intenté suplantarte, ocupar tu lugar . Cambiarte, fragmentarte, colocarte en otro cuerpo.  Uno es el dios de sus pensamientos,  la única máquina que sé manipular.

 Tengo todo, bueno todo no, no tengo trabajo. Pero eso no es problema,  hoy tengo quien me quiera, quien me cuide, quien crea en mi , me acompañe  y proyecte conmigo, quien ponga mis pies en la tierra y quiera vivir viviendo y no sufriendo.
        Pero aún así las lineas de fuga, es que esa piel su perfume, sus palabras, me dominan y dejo dominarme, es el puro deseo sobre tus ojos, no lo conozco siquiera, pero saca de mi el deseo incontrolable al que estoy prediseñada, el descontrol, lo oculto.
    Cuando nadie me ve....puedo chuparme tu sangre , puedo comerme tu piel y tus fluidos. Putrefactos.

Quiero beber nuevamente tu sangre, tu pulsión. Deseo que sea más tiempo. Pero temo.

No conocerte me hace desearte, Temo que me gustes y te odie....demasiado.

Sigo siendo contradictoria....me escondo en estas letras mientras sigo pensando

Y esto no tiene forma de nada. Sólo de mi contradicción en silencio.

lunes, 4 de enero de 2016

Hace tiempo que no escribo, a veces se me ocurren cosas pero me distraigo y no las registro. He comenzado a salir del pozo, estar bien es una decisión y un aprendizaje por lo que veo. Mi tono melancólico hace que no quiera soltar del todo el dolor.

El tiempo de todos modos, y los fármacos han hecho que me cueste conectar con lo que me pasa, hace meses que voy a la psicóloga pero ni siquiera con ella me pasa la confianza intima de realmente decir lo que me pasa.  Se que me gusta pero no se quien soy bien ni que quiero. He sido tan cambiante y las cosas me han pasado por arriba y otras me han sorprendido.

No reconozco mi cuerpo, mis reacciones. Mis obsesiones se han vuelto carne, y visiblemente reales. El mundo se redujo a un puñado de sentidos y personas. Escucho música por las noches para volver a encontrarme y aún no lo logro.

Leer me cuesta, como antes...mi vagancia me repugna a mi misma y los días se me pasan entre sueños y sábanas. Desconecté mi cuerpo y ya no siento, mi sexualidad ha muerto, mi razón también.

Sólo me queda resucitar pero aún no se como quiero hacerlo, sólo me queda la espera... de quien seré.