lunes, 8 de julio de 2019

Al final me convertí en esa mujer hacendosa amorosa, y  obsesiva de la limpieza.
El patriarcado nos destino  la esclavitud del cuidado.
Nadie mejor que nosotras sabe como hacerlo. Por eso me cuido yo.
Somos nuestros propios padres dijo y me iluminó.

Nuestro idioma es el lenguaje, el de ellos el silencio.

Se cruzan en mí diferentes estereotipos de masculinidades.  
Repetimos patrones. 
Mi mundo lo sigo manteniendo para mí.  A veces dejo entrar a alguien pero solo con intermitencia. En general me lo reservo.
El universo paralelo que construyo para habitar y habitarme.