lunes, 4 de enero de 2016

Hace tiempo que no escribo, a veces se me ocurren cosas pero me distraigo y no las registro. He comenzado a salir del pozo, estar bien es una decisión y un aprendizaje por lo que veo. Mi tono melancólico hace que no quiera soltar del todo el dolor.

El tiempo de todos modos, y los fármacos han hecho que me cueste conectar con lo que me pasa, hace meses que voy a la psicóloga pero ni siquiera con ella me pasa la confianza intima de realmente decir lo que me pasa.  Se que me gusta pero no se quien soy bien ni que quiero. He sido tan cambiante y las cosas me han pasado por arriba y otras me han sorprendido.

No reconozco mi cuerpo, mis reacciones. Mis obsesiones se han vuelto carne, y visiblemente reales. El mundo se redujo a un puñado de sentidos y personas. Escucho música por las noches para volver a encontrarme y aún no lo logro.

Leer me cuesta, como antes...mi vagancia me repugna a mi misma y los días se me pasan entre sueños y sábanas. Desconecté mi cuerpo y ya no siento, mi sexualidad ha muerto, mi razón también.

Sólo me queda resucitar pero aún no se como quiero hacerlo, sólo me queda la espera... de quien seré.