domingo, 3 de febrero de 2013

Donde quisieras estar?

No se si es que aun siento, o un recuerdo de lo que el sentimiento fue. Caminás en mi cráneo, te veo y te dejo habitar, habitarme.
Y te lo digo, me volví y miré las miles de señales que no vi...
Que no ví o no quise ver, a vos mi molécula letrada, mi espacio... Y recordé y pensé...

¿Seras como aquel espacio en el mundo, donde uno quiere escapar, quiere refugiarse?
 Escuche una voz .

- Cerrá los ojos, y pensá, pensá y dibujá trazo a trazo tu lugar, donde quisieras correr.
donde quisieras estar?

-Y lo pensé, e imaginé una playa, enorme. Me pensé frente a la infinitud del mar, el viento tomó posesión de mi pelo, y él simplemente se  dejaba gobernar.
Soledad plena, basta e incalculable soledad.
 El sol brilla pero no quema, no puede, y yo...y yo no lo soporto... se duele mi carne a veces, otras sólo se siente fatigada.
Llevo mi mirada de un lado para el otro....no hay nadie, no hay nadie y comienzo a desesperar.
Comenzó  por agitarse mi pecho, mis músculos se pusieron a tiempo para correr, y mi garganta se abrió para gritar.
 Y fue en ese instante...justo, justo ahí.... cuando lo vi, estaba él.
Sentado, tomaba sus piernas, se cubría con un buzo cubriendo hasta su pelo. Se sujetaba como un niño, se perdía en el horizonte su mirada. Lo miraba todo, lo abarcaba todo...
 Así fue como lentamente, mi pecho comenzó a aquietarse, lentamente mi piel comenzó a formarse su sola presencia me apaciguaba. Su silencio, no era vacío, era completo, se llenaba a cada instante...
Sentí caer la eternidad sobre mi, y lentamente se produjo el ocaso, cuando sus ojos rasgados se volvieron a mi.

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