miércoles, 25 de marzo de 2020

Una aguja finita, diminuta, minúscula se incrusta.
Traspasa la piel, atraviesa las partes, camina recuerdos.

Una aguja como una palabra cortita, chiquita  y sutil se incrusta
traspasa los mares, los libros, los aires.
A traviesa fronteras, distancias, espacios.
Camina momentos. 
Hasta esconderse en un rincón.
Se apilan en algún lugar de la casa,
se ocultan,  para volverlas a encontrar.

Para que otra vez de manera cortita, finita y sutil se vuelvan a incrustar.

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