lunes, 30 de marzo de 2020

Tanta gente en el mismo espacio.
 Las respiraciones y las miradas continuas, enturbian el aire.
Yo que  siempre huyo de la visión ajena  que me escondo y me camuflo entre las formas, de los objetos acumulados en el rincón. Estoy ahí.
 Se que no nos estamos mirando, pero me atormenta que al pasar se crucen nuestros ojos. me atormenta sentir que se  encuentren y atraviesen.

Es que en mi cabeza somos muchas.   En mi cabeza estamos todas. Y es un montón.
Las otras conversaciones que no salen de mi, cuando se superponen, aturden.
Los comentarios al pasar, la necesidad de dialogar, de quitar el silencio, de interrumpirlo. De correrlo de su sitio, de ahí, donde se quiso quedar.
Lo que nadie sabe es que acá nada para. Acá las conversaciones se suceden unas tras otras. Unas y otras dialogan,  sin pausa como un torrente de río que no acaba.
Todo se traduce en palabras, las letras se afirman fuerte, en el silencio que sale.
 De una respiración.

No hay comentarios:

Publicar un comentario