domingo, 24 de marzo de 2019

DECENCIA

Ponerte en palabras, ha sido la catarsis necesaria.

Catarsis que vos si hiciste, y a mi
sólo me dejaste el silencio.

Me obligaste a pensarte, aunque yo me resistí.
Me obligaste a desmenuzar cada una de las cosas que dijiste, puro torbellino de odios que elegiste depositarme.

Escucho música, calmo así mis órganos, los desordenados.
¿Qué es la decencia?
El que respeta la "moral y las buenas costumbres"
¿Qué es lo moral?
¿Y qué lo bueno?

Nada de eso tiene sentido.
Nada de la energía desgastada tiene un fin.

Es un juego del que no queres salir,
y cuando miras estás jugando sola.

La víctima se convierte en el victimario que odias.
El que  posee sin preguntarlo.El que te quita a vos, te borra.
Te ignora. Te usa y te deja.

Nuestros fantasmas aparecen en la noche nebulosa todo el tiempo.
Aprendemos a vivir con su constante presencia.
Es necesario nombrarlos, identificarlos. Somos nuestro propio monstruo que en la soledad se latiguea en el silencio que se forma de graves.

Aprendemos a transitarlos,
a habitar el presente que andamos.
Hacernos cargos de nuestra propia existencia,
plagada de la contradicción entre el deseo y la acción.







No hay comentarios:

Publicar un comentario