martes, 5 de febrero de 2019

Y la voz, la risa, los po, chiquillo/a.
 Las calles de Santiago con mis ojos nuevos. No es igual que cuando lo cree en mi mente.  Es mas hermoso, es mas concreto. Real, caótico.
Aspiro los aromas me quedo en silencio con los ojos cerrados para realizar un inventario en mi mente.  Quiero recordar cada nombre, cada cara, cada gesto y cada forma de colocar la voz al hablar. Hago el esfuerzo de guardarlo en mi mente aunque mi desmemoria no cambia y por eso lo registro.
Pido que me lo recuerden para no olvidar me preocupa el olvido. Me preocupa no acordarme de los pasos recorridos.
El polvo de sus calles, una hoja de eucaliptu, el recuerdo de su brisa. El espíritu  violáceo invadiendonos.


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