martes, 4 de julio de 2017

A

Su torso era aterciopelado, de un color café.  Había inconsistencias en su aspecto. Había algo extraño y a pesar de que hace diez años lo ve aun no puede definirlo. Aun cuando le ha dado mil vueltas al asunto. 
Había un iman sobre el. Y para  defenderse, para no acostumbrarse  con un solo juguete y depender de el se buscaba otros. Otros distintos. Buscaba más blanquitos pero siempre se terminaba encariñando Más por los color café. 
Sus ojos eran pequeños y profundos. Estaban escondidos en su rostro. 
Ya se conocían tanto que realizaba con el un juego. Era un híbrido entre cortejos e histerias cargadas de historias.  Hasta que cansados y ansiosos lograban mirarse. Ella incromatica y el con su tostado eterno se miraban. Se reconocían.  Y se aceptaban.

No hay comentarios:

Publicar un comentario