jueves, 18 de abril de 2019

Sos la desmesura
el descontrol.

Me dejo arrojar por él.

A veces paro y pienso,
lloro
me conecto con quien soy
miles de notas habitando en mi pecho
bajando por mi tracto
queriendo alojarse en mis tripas.

Me dejo gobernar
aunque  aún me domino.

Estoy despierta
El mundo quiere anestesiarse en la paranoia de la vida.
Me encuentro despierta
y a veces duele
a veces río
porque estoy viva a pesar de.
A pesar de que me enfrento a la muerte y al dolor
juego con él
me acerco
intento sublevarme
a veces me doblega.

Estoy despierta
intentando averiguar de que se trata

Si esas caricias sanan o duelen
si esos besos viven o mueren

Si mi cabeza maquínica y pensante
te deja habitarme en la musicalidad que busco.

Esa es la diferencia.
Me dejo arrollar por lo que busco
por lo que ando
por lo que camino
por ese sonido distinto.

Pero sé frenar
se arroparme en silencio.
En la soledad de la noche en la que recurro
a mis cuevas, solitarias y pacificas
en la que me entrego a mis brazos y otras voces.
Aprendí a sanarme las heridas,
y nadie al parecer quiere aprenderlo.

No le temo al dolor
sé como cicatrizarlo y hacerlo pensamiento
y a veces  también lo que escribo.


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