jueves, 8 de septiembre de 2022

Irrumpe el cielo 

es el mismo, pero no

el desierto y su silencio.

Busco  voces para perderme 

en la vuelta entre la forma

y la musicalidad. 

Se me cuela en el hueso 

eleva el nivel 

la temperatura de la cadencia 

cae en mí.

Prefiero el encuentro

antes que el pensar 

el movimiento me atrae más

que la pasividad de cada día

variaciones del instante que parece internidad.


Me reduzco al lugar en el que entro

frente a la mirada del otro

quedo contraída 

despliego mis movimientos

como flotando

a cada letra una palabra se despliega

una marca se trasluce

una línea emerge de mi superficie. 

Mapas incontables 

secuencias desbordadas entre la vida 

y los ratos rotos

de una continuidad duplicada 



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