No me entra en el cuerpo del recuerdo.
Se me escapan
También,
La mirada y el pensamiento,
el pensamiento, y a veces, la mirada.
Lejos.
Esa de las mañanas desbordantes
del juego de niños de cada día.
De la vida asomándose con ganas
Sin nada.
Solo un rayo de sol en la ventana
Tu pelo
Y alguna dulzura
que nos quedó.
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